Finalizo la Copa Nacional de Selecciones para la selección de Bella Unión.
No fue una copa más, sino que fue una nueva oportunidad para mostrar el nivel de nuestros buenos jugadores y la valentía de del sector interior de jugar de igual a igual a las capitales.
Capitales que se llenaron de artimañas para voltear al interior, ese interior que fue la piedra en el zapato y que a pesar de que en cada partido convocaba a más de 1500, 1600, 1700 personas no le alcanzo para terminar de avergonzar a los poderosos que apenas si llegaban a las 800 entradas vendidas.
Sector interior que hacia la fiesta de local o visitante.
Que se ensañaron metiendole reforzada guardia policial en la tribuna o "tirándolos" cual ganado a un encierro de lodo y pasto alejado del espectáculo, para que de alguna forma no se hiciera sentir.
Ese sector interior que desplegó la bandera más grande del interior e inundo el estadio de color rojo convirtiendo a esa noche histórica en la que nos verían en el mundo entero atraves de la televisión en una noche inolvidable.
Cayó de pié nuestra selección.
Cayó despojada por decisiones de quienes en vez de ser la justicia, terminan siendo justicieros de los poderosos y castigan a quien por merito propio se abren camino.
Esos jugadores que vimos lagrimear de impotencia, pero que se miraban a la cara sabedores que habían dado todo.
Jugadores, cuerpo técnico, colaboradores que talvez el único pago que reciben es el aplauso, el aliento y el reconocimiento de su gente.
Nos vemos la próxima vez, que la "Reyna" nos convoque!
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